Tras el otorgamiento de la licencia correspondiente, la emisora se llamó Magna Stereo, y adoptó como slogan “La voz Joven de la Iglesia”, lema que permaneció hasta el mes de noviembre del año 2016, en la actualidad «La Buena Nueva».
MISIÓN
Como Emisora Comunitaria y participativa, perteneciente a la Parroquia Santa Gertrudis de Envigado, Magna Stereo; tiene como misión fortalecer los principios éticos, morales, culturales, sociales, económicos generando espacios de información, educación y expresión ciudadana. A través de una comunicación radial y teniendo como instrumento y filosofía la evangelización de una manera dinámica e incluyente generando así una convivencia pacífica, donde nuestra audiencia tiene voz y es la esencia de nuestra labor social.
VISIÓN
Crecer constantemente como medio de comunicación al servicio de la audiencia, con la voluntad de acercar a la comunidad con proyectos radiales incluyentes, cada día lograr rescatar en las personas los valores que se han perdido, llevar la Buena Nueva de una forma dinámica, fortalecer los vínculos de unión de la comunidad y con estos elementos contribuir a la formación de un hombre nuevo, con sentido humano, crítico, reflexivo, ubicado, con verdadera valoración de sí mismo, del prójimo, su cultura y su tiempo libre. Ser la mejor Emisora Comunitaria del país.
DESCRIPCIÓN GENERAL
Magna Stereo es la emisora comunitaria y participativa del municipio de envigado, perteneciente a la Parroquia Santa Gertrudis.
Su creación fue posible gracias a Monseñor Eugenio Villegas Giraldo, quien hasta 1996, año de su muerte, trabajó en el impulso de un medio de comunicación radial como herramienta de la misión evangelizadora de su parroquia y el colegio que dirigió por bastantes años.
Monseñor Villegas, tomó la decisión de invertir en la compra de una emisora ya existente, Envigado Stereo, y vio la gran oportunidad para que la iglesia tuviera un espacio más cercano con la comunidad.
Un año después de su muerte, bajo la dirección general de Monseñor Nelson Sierra Pérez, este sueño se cristalizó, cuando el Ministerio de Comunicaciones adjudicó en todo el país más de 500 frecuencias radiales destinadas al servicio comunitario de radiodifusión sonora. De ellas un número considerable fueron entregadas a la Iglesia Católica, y dentro de las parroquias.
