El Papa a Pueblos Originarios: Difundan la alegría del encuentro con Jesús


En un mensaje a las Redes de Pueblos Originarios y a la Red de Teólogos de Teología India, el Santo Padre León XIV animó a redescubrir el Año Jubilar como tiempo de gracia, perdón y esperanza compartida. Invitó a releer la historia con gratitud y a vivir con audacia evangélica la fe que une a todos los pueblos en Cristo.

Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

“Esa misma universalidad, que no uniforma, sino que acoge, dialoga y se enriquece con la diversidad de los pueblos, incluye de modo especial a ustedes, los Pueblos Originarios, cuya historia, espiritualidad y esperanza constituyen una voz irremplazable dentro de la comunión eclesial”. Con estas palabras, el Papa León XIV se dirige en su mensaje a las Redes de Pueblos Originarios y a la Red de Teólogos de Teología India con motivo del Año Jubilar.

En el texto, publicado este jueves 16 de octubre, el Pontífice evoca el deseo de su predecesor, el Papa Francisco, quien, al programar los momentos jubilares, “ha querido poner de relieve la universalidad de la Iglesia, que se manifiesta en tantas vocaciones, edades y situaciones de vida: familias, niños, adolescentes, jóvenes, adultos mayores, ministros ordenados y laicos, servidores en la Iglesia y en la sociedad”.

En esta línea, explica que “cuando atravesamos la Puerta Santa, más que la realización de un gesto simbólico ingresando en un hermoso templo, lo que queremos es introducirnos, por medio de la fe, en la fuente misma del amor divino, el costado abierto del Crucificado” (cf. Jn 20,27-29).

“Es en esa fe que somos un Pueblo de hermanos, uno en el Uno (cf. S. Agustín, Comentario al Salmo 127,4). Es desde esa Verdad que debemos releer nuestra historia y nuestra realidad, para afrontar el futuro con la esperanza a la que nos convoca el Año Santo a pesar de los trabajos y la tribulación (ibíd., 5.10).”

Reconciliación con la historia

Asimismo, reconoce que “la larga historia de evangelización que han conocido nuestros Pueblos Originarios va cargada de luces y sombras”. Retomando a san Agustín, señaló que aun cuando los servidores del Evangelio no siempre hayan sido coherentes, “Dios obra por sí mismo la gracia”. Por ello, el Jubileo es un tiempo propicio “para perdonar de corazón a nuestros hermanos” (cf. Mt 18,35), reconciliarse con la propia historia y agradecer la misericordia de Dios.

León XIV insiste en que sólo desde el abandono confiado en el poder divino los pueblos podrán ser verdaderamente “Pueblo de Dios”. Recordó que el Señor “ha insertado en todas las culturas las semillas del Verbo” y las hace florecer de modo nuevo. En esta línea, cita a san Juan Pablo II: “La fuerza del Evangelio es en todas partes transformadora y regeneradora. Cuando penetra una cultura, no habría catequesis si fuese el Evangelio el que hubiera de cambiar en contacto con las culturas” (Catechesi tradendae, 53).

Un diálogo que enriquece

El Sucesor de Pedro afirmó que el diálogo y el encuentro permiten descubrir “la vida abundante que Cristo ofrece a todos los pueblos”. Esa vida —sostiene— se manifiesta en la fragilidad humana, “marcada por el pecado original”, y en la gracia de Cristo, “que por todos derramó hasta la última gota de su Sangre para que tuviéramos vida en abundancia” (cf. Jn 10,10).

León XIV agradece el aporte de las comunidades originarias y de la Teología India a la reflexión eclesial, destacando que en su cosmovisión “resuena el anhelo profundo de comunión con el Creador y con la creación”, un mensaje que la Iglesia debe acoger y acompañar con discernimiento.

Audacia evangélica y misión

Antes de concluir, el Papa evoca un término querido por su predecesor Francisco: la parresía, esa audacia evangélica que impulsa a “salir de uno mismo para anunciar el Evangelio sin miedo y con libertad de corazón”.

En el concierto de las naciones —dice— los pueblos originarios “han de presentar con valentía y libertad su propia riqueza humana, cultural y cristiana”. La Iglesia, añade, “se enriquece con sus voces singulares, que tienen un lugar insustituible en el coro magnífico donde todos proclamamos: Señor Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza”.

María, estrella de la evangelización

Finalmente, León XIV encomienda los trabajos de las redes a la Virgen de Guadalupe, “Estrella de la Evangelización”, que “mostró cómo Jesucristo hizo de dos pueblos uno solo, derribando el muro de enemistad que los separaba” (cf. Ef 2,14).

El mensaje termina con una invitación a renovar el mandato misionero: «Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos» (cf. Mt 28,19-20), difundiendo “la alegría que brota de haberse encontrado con su Divino Corazón”.

AdminAuthor posts

Avatar for admin

Emisora comunitaria y participativa del municipio de Envigado en Antioquia.

Sin Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *